Hoy os traigo mi artículo en TROFEO marzo que titulé "Un puesto abrumador". Es que no hace falta que nos entren 20 reses al paso para que éste tenga tal dificultad y... ¿como decirlo?... ¿Duende?, que puede con nosotros y nuestra templanza de perros viejos... al menos hasta que se repite postura y se le va cogiendo el aire a las corridas de las reses.
Este fue el caso que nos ocupa porque fue la primera vez que me puse en el 3 de la Traviesa de Los Caserones, tras muchos años de hacerlo en mi paso de toda la vida, el 2 de la misma armada, y, como desde un balcón, dominar lo que sufría el amigo que había mandado a tal sitio.
Me decía a mi mismo: ¿Como puede haber tirado 6 veces y solo ha cobrado 2 reses, con lo bueno que es con el rifle?. Hizo falta que me tocara a mí jugar la faena para comprender aquello que me decían: ¡Joder, Lolo, qué sinvivir. Tengo el corazón en la boca!
A mi no me salieron mal las cosas pero creo que fue de milagro, y años más tarde le llegué a recoger hasta 7 reses; 6 de ellos cochinos, pero para entonces oía el "jau" de un perro y ya sabía por donde me iba a entrar la res... ¡y hasta si era cervuno o cerdoso!
Aquí os dejo la historia. Ojalá os guste.
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Recibid un fuerte abrazo y un beso para las señoras.
Lolo Mialdea
