Por su indudable interés y rocambolesco desarrollo, os paso el documento original que me remitió en uno de sus correos. No sé a vosotros, pero a mí, tras su lectura, se me puso la carne de gallina cuando leí incrédulo cómo es esta gente allende el estrecho de Gibraltar; máxime cuando tengo proyectado cazar con ellos y en su terreno esta misma temporada. Se explica ahora uno lo del desastre de Annual y los demás "problemas" que sufrió le Ejército Español en la época del protectorado, allá por los primeros años del siglo pasado.
Por mi parte considero un privilegio y un honor poder colgar en mi modesto rincón de la red, relatos de este tipo y calado como una total primicia. Gracias Joaquín.
A los demás seguidores os invito a participar en este Blog con vuestras historias, siempre que sean originales y con un mínimo de calidad. Entre todos podemos hacer un Blog mucho más ameno, dando así otra vuelta de tuerca a este joven espacio hecho por y para cazadores.
Para acceder a la historia de Kalali, PINCHA AQUÍ
Joaquín Benet y Kalali con un buen cochino
Impresionante historia esta del Kalali. Me alucina que exista gente dan dura (acaba de picarle una bicha, y el tío solo se preocupa por si va a volver a salir el cochino... ¡alucinante!.
ResponderEliminarLas fotos que ilustran el texto, muy buenas. Vaya bichos. ¡Qué suerte tienes, malandrín, que pronto les vas a ver las navajas a esas criaturitas!. Abrazotes
En esto de montear ya me poner muy pocas cosas de los nervios. Al margen de la montería de la casa, esto me tiene "Búrnico"*, ya sabes.
ResponderEliminar*Dícese de aquel que se ha puesto hasta los ojos de Burn, Red Bull o similar
Realmente un fenómeno este Kalali. Así que vas para tierra de jalufos eh pillín. Suerte y buena caza.
ResponderEliminarGracias, Javier. En estos días te llegará la invitación para la presentación de mi libro. Entendería que no pudieras venir aunque me gustaría mucho.
ResponderEliminar¡Vaya tela con el morito Kalali¡
ResponderEliminarEste personaje tenia mas muescas que la pistola de John Wayne.
Ya nos contara el amigo Benet alguna anécdota mas de este personaje cuando nos veamos.
Un saludo y hasta dentro de pocos días.
Conocí a mi querido amigo Joaquín Benet, el Gran Cazador Blanco del Norte de África en 1989, cuando fui destinado como Vicecónsul a nuestro consulado general de Tetuan (allá en los Marruecos), pronto congeniamos y a partir de ahí me hizo un hueco en su coto, se las pinta solo para resolver esas situaciones espesas e irresolubles que frecuentemente se presentan allí. Para los europeos la vida en Tetuan podía llegar a ser bastante aburrida, salvo en dos actividades, ambas cinegéticas, que cuando se dominaban en sus respectivas técnicas, convertían el país en una especie de paraiso en la tierra, algo verdaderamente inolvidable. Cazar con Joaquín en el campo en Marruecos fue para mí todo un privilegio, sobre todo porque en el campo controla más que nadie, o al menos tanto como El Kalali (y desde luego más que El Beretta, otro de quien debería contarnos algunas anécdotas). Creo que Joaquín y yo formamos un buen "binomio de combate" y cazamos a mansalva allí donde se veía el rastro de algo cobrable, fuera lo que fuera, cochinos, perdices,tortolas (en una mañana podíamos consumir una dos cananas más todas las cajas que nos llevaban uno o dos moritos que contratábamos para llevarlas, tirar piedras y cobrar las piezas), codornices (tenía en un reproductor de casettes el canto de las hembras en celo, y era una gozada ver como lo manejaba y conseguía atraer los machos), y qué decir de las liebres (no había muchas), pero sobre todo y muy especialmente recuerdo los conejos marroquíes, que allí hay muchos (como una plaga)y además son muy bravíos, los cazábamos aún en veda. A propósito de los "secretarios" que portaban los cartuchos y tiraban las piedras para espantar las tortolas de aquellas espesas zarzas, recuerdo que un día cuando descansabamos (preparando la paella, mientras bebíamos cervezas heladas después de aquella calorina, le dijo Joaquín en broma a su perchero "tengo entendido que en tu kábila hay unas piedras muy buenas para espantar a los pájaros ¿es verdad?", y el otro dijo que si, y el caso es que al domingo siguiente aquel tipo (que vivía en el quinto coño de donde íbamos a cazar) nos estaba esperando con un saco de piedras de su kábila... Contar las aventuras vividas con Joaquín cazando, donde fuera y la caza que fuera, sería interminable¡qué decir de aquel R-12 que tenía en el que cuando se iba dentro, casi siempre a toda pastilla y con unas luces (cuando encendían) de lo más mortecinas, había que tener cuidado para no apoyarse en ninguna puerta o parte del coche que se pudiera desprender, con ese R-12 hemos subido 3/4 o 5 personas, o circulado por los sitios más increibles. Unas características de mi amigo Joaquín que quiero resaltar: Su enorme generosidad para con todos los de la partida, pero también y muy especialmente para la tropa de nativos que nos acompañaba al cochino, armados de latas, bocinas, tambores y gritos que hacía que se le entregaran y conviertieran cada batida en una emocionantísimo espectáculo (como esas batidas que se ven en las antiguas películas de la India), es el europeo más conocido (por todo el mundo) y querido de aquellos montes que tan bien conoce... del Kalali decir que es un fenómeno, y que si no se le ve moverse, por los sitios más espesos e inverosímiles, no se podría creer, así como que entre Joaquín y El Kalali (la lealtad de éste por el otro es increible) hay un afecto muy entrañable. Para Joaquín: ¿Te acuerdas cuando te maté aquel perro que tenías, el primero o segundo día de traerlo, cuando venías diciendo que era una auténtica promesa? Joder Joaquín, hay que ver como te pusiste... Un fuerte abrazo, querido amigo, y otro para cuando veas a El Kalali de mi parte.
ResponderEliminarEstimado JUANITO: Su comentario es tan bueno que bien merecería por sí solo una entrada aparte en mi blog. Muchas gracias por participar en é.
ResponderEliminarCon Joaquín estuve el sábado porque el tío le echó cojo*** para venirse desde Tetuán a Córdoba a montear lo nuestro, Las Mesas. Concretamos para mediados de enero mi primera incursión a tierras rifeñas, y aunque tengo el culo pelao de pegarle tiros a las reses, le confieso que me tiene nervioso como a un novato.
Para mi sería un honor que me enviara su correo electrónico (solo para cosas de caza si es su deseo)y así poder compartir más vivencias. En cualquier caso se lo preguntare a nuestro amigo Joaquín, más si le resulta inoportuno lo entenderá perfectamente. Un afectuoso saludo. Lolo Mialdea