El pasado jueves día 17, y en mi Córdoba natal, por fin presenté en sociedad mi libro “40 años monteando narrados en primera persona”. Para mí fue una satisfacción y un gran honor. Satisfacción por ver culminado un sueño postergado algunos años, y un inmenso honor por sentirme acompañado por tantos y tantos amigos y familiares.
Sé que no puedo ser objetivo en esta entrada en mi propio Blog, y por eso voy a ser muy breve. Empero no es óbice para destacar que me acompañaban en la mesa presidencial dos personas muy importantes en este trabajo final. Tanto a Mariano Aguayo –qué deciros de él que no sepáis– como ilustrador y prologuista, como a Miguel Ángel Búa, mi colaborador indispensable y preambulista, quiero agradecerles su labor, sin la cual esta obra no sería la misma.
Mas siendo todo esto fundamental para este modesto autor que os escribe, fue, con mucho, la presencia de la práctica totalidad de mis amigos, lo realmente importante. Amigos y familia que casi desde mi niñez en muchos casos me han labrado tal y como soy, como montero y persona.
No citaré ningún nombre no por miedo a olvidar a alguno, sino porque la lista sería tan larga que ocuparía mucho más espacio del razonable y oportuno, pero que convirtieron este evento en una reunión entrañable y absolutamente conmovedora para mí; tanto que al poco de comenzar olvidé el guión que me había marcado y me sumí en recuerdos imperecederos.
Y a vosotros, los que visitéis este pequeño rincón que es mi Blog, desearos lo mejor, y si por ventura cayera en vuestras manos mi libro, simplemente deciros que si os gusta me sentiré doblemente honrado y orgulloso.
Gracias de todo corazón a todos
Enhorabuena Lolo. Por el libro, por el blog, por ese apoyo incondicional que siempre tienes de tu familia, y por ese peazo amigo de la sonrisa eterna, Miguel Ángel.
ResponderEliminarUn abrazo.
Muchas Gracias, Javier. Tendrás noticias mías pero acerca de esa otra cosa que nos vuelve locos y no son las mujeres... que tambien. Un abrazo. Lolo
ResponderEliminarQué te voy a decir yo que no sepas, Morgan... Que la presentación salió a las mil maravillas; que estaba todo perfectamente coordinado y que resultó (como dicen los periodistas) "todo un éxito de crítica y público". A ello se unió el ambiente entrañable que se creó, al reunir junto a tu familia a todos tus amigos. Aunque lo pasé fatal en la presidencia, pues eso de hablar se me da fatal, te agradezco el detalle de sentarme a tu lado y sentirme así, de una forma especial, partícipe de tu éxito. Fue para mí un honor sentarme a tu lado y saberme amigo, entre lo más granado de tus amigos.Gracias Lolo
ResponderEliminarLo que te mereces, Miguel Ángel, ni más ni menos que lo que te mereceres. Bueno, te mereces aun más como amigo, pero en aquel día era cuanto podía ofrecerte. Lolo
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